26 de febrero de 2013

Esmeralda, de Kerstin Gier (III)

Título: Esmeralda
Autor: Kerstin Gier
Editorial: Montena
Páginas: 491
ISBN: 9788484419990
Precio: 14'95 €



"¿No podríamos seguir siendo amigos?"

Seguro que muere un hada cada vez que en algún lugar del mundo se pronuncia esta pregunta. Pero el perfectísimo, Gideon de Villiers, a quien Xemerius prefiere llamar <<el innombrable>> no tiene suficiente sensibilidad ni para pensar en las hadas, ni para dejar de pisotear mi corazoncito. Si fuera porque cuando le miro se me corta la respiración y me tiemblan las piernas, le hubiese soltado un bofetón que le habría mandado directo al siglo XIX sin necesidad de cronógrafo. Aunque, en lugar de hacer so, solo le fulminé con la mirada y me alejé. Al fin y al cabo, éramos los dos últimos viajeros en el tiempo y en pocas horas saltaríamos juntos a 1782 con una misión de vida o muerte.



Me encanta está saga por el hecho qué de donde termina una, el siguiente libro sigue en el mismo lugar dónde se terminó.
Con Gwen y su corazoncito de mazapán.
Aunque la pobre Gwen sigue metiéndose en líos, con James, Xemerius y su querida prima; quien más de una vez intentará coger a Gwen desprevenida, pero desde luego que no lo conseguirá.
Gwen descubrirá algo que no se hubiera imaginado, el gran secreto guardado por su madre. Tendrá un encuentro con dos personas muy importantes en su vida, Lucy y Paul.

Gwen: -Solo estaba... me dolió un poco...-de acuerdo, ¡esa sí que era la mentira del siglo!-tener que pensar que por tu parte todo había sido fingido: los besos, tu declaración de amor...
Gideon: -Te prometo que nunca volverá a pasar algo así.
Gwen: -Bueno, claro, ahora que lo sé, ya no funcionaría

Y tras confiar de nuevo en Gideon, descubren muchas cosas del cronógrafo junto a Leslie y Xemerius. Quizás el bueno no sea el más bueno, ni el más malo tan malo.
Sabremos el motivo por qué Lucy y Paul robaron el cronógrafo, que hay dentro de él y que hay escondido en casa de Gwen; vemos la gran utilidad que tiene Xemerius por ser un fantasma y el portero de la familia.
Saco negativo unas cosas; en los tres libros solamente ha transcurrido dos semanas, es decir, catorce días, y desde luego a mí se me hicieron más largo; otro aspecto negativo que saco, es que el final ha sido demasiado rápido, como si quisiera terminar porque no le quedaba más historia que contar; y por último, me hubiera gustado que la autora escribiera un tiempo transcurrido, como diez años o cosa así, para saber o ver como iban las cosas.
Pero por lo general me ha gustado, me ha encantado desde luego..
Tengo que destacar un pequeño detalle, casi al final del libro, echaremos mucho de menos a James. James, el fantasma del instituto, el que dice que Leslie tiene malos modales, que Xemerius es un gato con cuernos, quien cree que tiene un sueño por culpa de la fiebre; de repente desaparecerá y no volverá a su lugar más. ¿Con ganas del saber el por qué? 
Gracias Xemerius por hacerme sonreír cada vez que el libro se ponía trágico con el corazón de mazapán de Gwen.
Y por supuesto me quedo con el último comentario de Xemerius al final del libro.

Gwen: Por lo visto, Xemerius estaba pensando algo parecido, porque me miró desde abajo con cara de inocencia y me dijo:
Xemerius: -Por favor, ¿me lo puedo comer?
Gwen: Le sonreí. -¡Hombre ya que me lo preguntas tan amablemente, me siento incapaz de decir que no!




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